sábado, 17 de diciembre de 2011

Siguiendo al Lobo

Todo el que me conozca un poco, sabe que el lobo siempre ha sido mi animal favorito.

Desde pequeña, siempre oí como de hablaba mal de el y de los pocos que se atrevían a defenderlo. Sobre todo pasando tantos veranos y fines de semana en un pueblo tan pequeño como el mío.
Eso jamás me ha echado para atrás en mi empeño de poder ver uno de cerca. Empeño que me ha traído no pocas broncas y algún que otro susto.
Como la vez que más cerca estuve de uno y me gané además de la susodicha bronca de mi vida, castigos, sermones que de vez en cuando vuelven a recordarme  y un resfriado como no he vuelto a tener otro.

No sabría decir seguro sí lo vi, pero anduve cerca. Y le oí, cosa que ya hace que se de por bueno todo lo que trajo.

Puede que fuese una inconsciente, y más con lo miedica que soy, no miedo al campo ni al pueblo, y mucho menos al lobo, todo hay que decirlo, pero a día de hoy, se, y saben, que volvería a hacerlo. No sin planearlo antes, si es que estas cosas se pueden planear, pero quieta tampoco iba a quedarme...

Si a alguien le apetece que cuente en la que me metí por "seguir" al lobo, puede que lo cuente. O puede que no.

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